A nivel regional, la tendencia es similar a la que existe en Guatemala. Debido a una alineación a los estatutos de FIFA y Concacaf, las federaciones están cambiando sus cursos de formación de entrenadores al sistema de licenciamiento (D, C, B y A) que actualmente también posee Guatemala. Sin embargo, a nivel de México y Centroamérica, solo algunos países como México y Honduras pueden impartir la licencia Pro de entrenadores.
Igualmente, en la mayoría de los países de la región el ente que regula la formación de entrenadores es la Federación Nacional de cada país. Sin embargo, países como México tienen un sistema más descentralizado, con varias sedes en el territorio nacional, aspecto que no es igual en Guatemala.
En Costa Rica, por ejemplo, se vive una realidad similar a la nacional, aunque más desarrollada. Algunas universidades ofrecen formación especializada para entrenadores de fútbol, y existen clubes que también proporcionan capacitaciones y actualizaciones a entrenadores de manera continua. Aspecto distinto, a la realidad nacional.
Otra realidad que se vive en Costa Rica es la búsqueda de la formación fuera de las fronteras ticas. José Montenegro, periodista de Tigo Sports en ese país, explicó que muchos exjugadores que aspiran a ser entrenadores recurren a formarse en el extranjero, pero que esa opción no puede tomarse para la mayoría.
Un caso de primer mundo se da en España, país donde han surgido grandes entrenadores a nivel mundial como Vicente del Bosque, Xabi Alonso o Luis Enrique, por ejemplo. En él, la formación de entrenadores no corre exclusivamente por parte de la Federación Nacional, sino que se han involucrado otras instituciones y empresas que también ofrecen alternativas formativas a los entrenadores. Por un lado, existe la formación por la via federativa, que es la que involucra a la Federación, y por otro lado, la vía académica, que se da a través de otras organizaciones
José María Yagué, exentrenador y profesor titular de la Universidad de León explica que este ha sido un logro importante, ya que ayuda mucho a que puedan formarse una mayor cantidad de entrenadores y generar un “caldo de cultivo” mucho mayor, que ayuda a dar soporte a las necesidades actuales del fútbol.
Formarse y desempeñarse como entrenador en Guatemala implica adaptarse a un entorno lleno de limitaciones. Desde la centralización de la formación hasta la falta de oportunidades laborales y la necesidad constante de actualización. La capacidad de autogestión y el compromiso con su propia formación son esenciales para quienes desean destacarse en un medio que, a menudo, no ofrece el soporte adecuado para su desarrollo profesional.
A pesar de los desafíos, el rol del entrenador sigue siendo fundamental para el crecimiento del fútbol en el país. El éxito de un equipo no depende solo del talento de los jugadores, sino de la guía y visión de un técnico bien preparado. Es vital que las instituciones continúen impulsando mejoras en la formación, y que los entrenadores sigan buscando oportunidades para crecer, demostrando que la pasión por el deporte es más fuerte que cualquier obstáculo.